
Las rebajas en unos grandes guardes ingleses han empezado y Sheila se ha quedado prendada de un vestido colorado sangre de seda. Prácticamente hipnotizada por él, no existe nada que desee más que llevarse ese vestido para poder acariciarlo, examinarlo pausadamente y adorarlo. Mas, lo que Sheila ignora, es que pesa una maldición sobre cada persona que ha poseído esta bella prenda y adquirirlo va a traer unas consecuencias asoladoras. 2o1p64